Era el año 88, yo estaba en el colegio cursando primero medio. Por alguna razón demográfica en mi colegio no había mucha gente que apoyara la opción que ganó ese 5 de octubre. En rigor éramos sólo 2 perdidos que pensábamos que el NO era la opción correcta.

Recuerdo una niña, muy linda que se llamaba Carolina, que pensaba que el votar no era volver al régimen de la  unidad popular. Tan perdida y desinformada estaba como bella era.

En mi casa, las cosas eran un poco más balanceadas. Mi santa Madre apoyaba el régimen establecido, cómo debe ser a cualquier señora de su época. Mi Padre, un progresista que leía LA EPOCA, apoyaba el cambio.

Después de muchos años, no tengo dudas que el cambio era una opción valida y correcta. Ahora, no se puede negar que continuar hubiera sido mas eficiente en los aspectos macro económicos, pero eso no lo es todo.